El que posee una campana de cocina de acero sabe lo difícil que es limpiarla en profundidad eliminando depósitos de polvo y de grasa. Pero, ¿por qué limpiar la campana sin dejar manchas siempre parece una tarea difícil? Además de la posición incómoda de esta parte de la cocina, el acero es un material delicado que necesita un producto y un tipo de paño apropiados para quedar lustroso y brillante. ¡Veamos juntos cómo limpiar la campana de cocina por dentro y por fuera y lograr resultados excelentes!
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Para limpiar la campana de cocina es recomendable asegurarse de no elegir el producto equivocado. Los detergentes que se comercializan pueden ser muy agresivos o contener sustancias corrosivas como la lejía y el ácido clorhídrico. Entre los remedios naturales apropiados para el acero encontramos, en cambio, vinagre blanco y agua caliente, una mezcla con poder desengrasante, económica y poco contaminante.
Sin embargo, el problema del acero es que es una aleación, sin contar que una campana de cocina puede tener características físicas diferentes según el fabricante. ¡El vinagre podría no resultar del todo eficaz! Si quieres ir a lo seguro, puedes obtener un producto específico como el Limpiaquemadores Mister Magic®, justamente pensado para limpiar las superficies de acero como la de la campana de cocina y la de los quemadores.
Para limpiar la campana de cocina es mejor utilizar paños suaves, de fibra natural o microfibra. No utilices esponjas con superficies abrasivas, esponjas metálicas o utensilios con partes de metal: el acero se raya muy fácilmente. Un viejo cepillo de dientes puede ser muy útil para limpiar en profundidad la rejilla de la campana, la que está justo arriba de los quemadores, el sitio que más se ensucia.
Comienza sacando con cuidado las rejillas de acero y poniéndolas en remojo con agua hirviendo y jabón para platos. Este paso se recomienda si la rejilla está muy sucia, porque el prelavado ablandará los depósitos de grasa que saldrán de forma más fácil
Mientras las rejillas están en remojo, dedícate a la parte externa de la campana. Lava el paño y estrújalo, luego pulveriza sobre la superficie externa el Lavaquemadores Mister Magic®, y comienza a fregar concentrándote en pequeñas partes y sin olvidar las esquinas y la parte interna, que por lo general está tapada por las rejillas.
Enjuaga varias veces el paño para eliminar la suciedad y vuelve a pasarlo en los sitios más críticos. Todo esto te llevará pocos minutos porque el Lavaquemadores Mister Magic®no necesita realmente un enjuague.
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Una vez que hayas finalizado, seca de inmediato la campana: justamente este es el secreto para no dejar marcas o manchas más oscuras. Seca la superficie húmeda con un paño de algodón limpio y con movimientos enérgicos y circulares.
¡No olvides las rejillas, obviamente! Tras el prelavado puedes proceder de dos formas: o las lavas en el lavavajillas, o utilizas el Lavaquemadores Mister Magic® y el cepillo que te hemos sugerido antes. Basta con fregar entre las intersecciones y enjuagar con agua hirviendo cada tanto. Seca con cuidado también las rejillas que, a esta altura, ¡ya estarán brillantes!
