¿Planchar te lleva demasiado tiempo? ¿No aguantas más derretirte con la plancha sobre todo cuando el calor del verano no te facilita la tarea? Pues bien, existen algunos trucos para esforzarte menos y para evitar planchar las prendas que pueden «pasar desapercibidas» aunque tengan pequeñas arrugas. Descubramos juntos algunas tácticas de supervivencia:
1. Luego del lavado, utiliza un centrifugado «soft» para que la ropa salga menos arrugada. Si la ropa queda mucho tiempo en el cesto de la lavadora, después será más difícil dejarla bien sin el uso de la plancha.
2. Tiende la ropa de la forma más correcta y «extendida» posible, el verdadero planchado comienza justo aquí. Por tanto, evita hacer pliegues raros y, sobre todo, no utilices broches.
3. No cuelgues las prendas en la cuerda para no dejar pliegues o marcas antiestéticas. La técnica, en este caso, es intentar tender las camisetas en la cuerda dejándolas colgar por completo y siempre con el cuello para abajo.
4. Intenta «planchar con las manos» las prendas aún húmedas para «alisar» la tela lo más posible.
5. Sacude con fuerza, estira y dobla con cuidado la ropa blanca de casa: sábanas, paños, fundas y manteles. Después de este tratamiento, las arrugas serán muy pocas.
6. Cuelga las camisetas con el cuello en las perchas y cuando estén todavía un poco húmedas, estíralas con las manos, sobre todo en los puntos más críticos (cuello, sisa, costuras).
7. Realiza lo mismo con las camisas y al final necesitarán solo un poco de planchado.
8. Guardar la ropa blanca en los estantes ayuda al planchado: de hecho, el peso de la ropa brinda un óptimo efecto de planchado.
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