¿Estás seguro de saber realmente cómo conservar los alimentos que tienes en casa? Un error muy común, por ejemplo, es conservar en la nevera alimentos que deberían estar en la despensa. Café, huevos, plátanos, ajo o tomates son alimentos que puedes tener en canastos y frascos en la alacena. Si aprendes a organizar mejor los alimentos en la cocina, evitarás sobrecargar tu nevera que así, estará menos llena, más limpia y más funcional.
Todos nos hemos preguntado por qué en el supermercado los huevos están en las estanterías y, en cambio, en casa los ponemos en la nevera por costumbre. Efectivamente, los huevos pueden conservarse en una cesta o en un canasto. Incluso, no sería recomendable conservar los huevos en el compartimiento de la nevera porque, al estar colocado en la puerta, en cada apertura sufrirían continuos cambios de temperatura. Además, en las recetas de pastelería se recomienda usar los huevos a temperatura ambiente.
Muchas personas conservan el café en la nevera convencidos de que las bajas temperaturas mantienen intacto el aroma de esta deliciosa bebida. Pero esta creencia es falsa: ¡la humedad y los olores de la nevera dispersan las propiedades organolépticas del café! El mejor sitio para conservar el café (ya sea molido o en granos) es en un frasco hermético colocado en un sitio oscuro, fresco y seco como, por ejemplo, la vieja alacena de la cocina, preferiblemente lejos de los quemadores y del horno.
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Entre las preguntas sobre cómo conservar los alimentos, la más común tiene que ver con los plátanos: ¿es verdad que no se deben poner en la nevera? La respuesta no es tan fácil. En la nevera, los plátanos ennegrecen antes porque el frío acelera el proceso de envejecimiento de la cáscara y no los deja madurar correctamente. Es mejor conservarlos a temperatura ambiente, enganchados al racimo, en un sitio fresco de la cocina.
Las patatas no se conservan en la nevera. Las bajas temperaturas favorecen la formación de la solanina, sustancia presente en estos tubérculos pero no beneficiosa para nuestro organismo. Entonces, ¿cómo conservar las patatas? En una canasta, envueltas con un paño (deben estar en la oscuridad).
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¿Eres de los que enseguida ponen los tomates en la nevera, apenas regresas de hacer la compra? ¡Error! Los tomates se conservan muy bien en un bol grande a temperatura ambiente. El frío bloquea la maduración natural de este vegetal y pone la pulpa pastosa y poco sabrosa.
Los aguacates que se venden en los supermercados italianos están, casi siempre, todavía muy duros. Una vez en casa, no los pongas en la nevera porque el frío ralentiza su maduración. Pon los aguacates en el frutero, a temperatura ambiente, y podrás saborearlos en dos días. Esta regla, para conservar alimentos poco maduros, vale para muchos otros vegetales como, por ejemplo, el kiwi y el albaricoque.
Es bastante común la costumbre de conservar el chocolate en la nevera para evitar que se derrita, sobre todo en verano. En realidad, es un gran error porque las bajas temperaturas no se llevan bien con la composición particular de este alimento, que en la nevera tiende a perder su sabor. Conserva el chocolate en el sitio más fresco de la cocina, en la oscuridad, bien envuelto en su paquete, y verás que no se derretirá.
¡Nunca pongas el pan en la nevera! El frío y la humedad arruinan la masa del pan que, si se conserva en la nevera, se secará más rápido y perderá su cualidad crocante. Entre las reglas de conservación de los alimentos, la del pan es la de siempre: conserva el pan a temperatura ambiente, al reparo de la luz, en una bolsa de algodón.
Como todos los alimentos no particularmente ricos en agua, las cebollas también pueden conservarse fuera de la nevera. Puedes colocarlas en un canasto o en un recipiente de cerámica, lejos de las patatas y de fuentes de calor. Solo una vez cortadas, colócalas en la nevera: consérvalas en un frasco de vidrio con tapa y verás que se conservarán por mucho tiempo incluso si ya están cortadas. En general, es recomendable conservar los alimentos que tienen olor fuerte en un recipiente bien cerrado.
Entre las reglas para conservar correctamente los alimentos, destaca la de la miel, que no se debe colocar en la nevera. Déjala en su frasco y colócala en la despensa. El frío, de hecho, puede alterar las características de este alimento, así como la luz y el calor. De todas formas, la miel tiene conservantes naturales, así que puede arreglárselas muy bien sola.
Si tras la lectura de estos consejos te han dado ganas de vaciar la nevera, ¡aprovecha la ocasión para una buena limpieza! No es necesario utilizar productos tan raros, basta con un detergente sin enjuague como el Mister Magic® Limpianevera y Microondas, un desengrasante e higienizante a base de vinagre que previene la formación de moho y condensación. Además, con el mismo producto puedes limpiar también el microondas.
